

Jenny Nijehuis y Nondumiso Msimanga hicieron un llamamiento público para que la gente donase su ropa interior bajo el hashtag #SasDirtyLaundry y crearon una página de Facebook, Pantiesplea. Después, organizaron puntos de recogida por toda la ciudad.
Carmen Ives, una voluntaria que ayudó con el proyecto, cuenta que cada prenda que se ha donado «habla abiertamente» de la cruda situación que se vive en Sudáfrica. «Cada par significa muchísimo. Me hace pensar que hoy alguna chica está siendo violada en algún lugar», añade.
Expuesta hasta el domingo, la instalación ha recibido una gran respuesta por parte del público. En Twitter, un ciudadano escribió que el proyecto «es como un movimiento social». Otro dijo que el proyecto conecta «intensamente con el trauma, el abuso emocional y el asalto sexual» (Ver más)
Denunciar para concienciar. Ahora hace falta que desde todos los estamentos del país hagan algo… Pero a los que afecta esta ola es a mujeres, niñxs y población negra, a lo mejor no es tan urgente.
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