Manifiesto contra los vientres de alquiler

Las organizaciones feministas abajo firmantes nos concentramos en el día de hoy para seguir denunciando las violencias contra las mujeres. Hace más de dos años, el 7 de noviembre de 2015, miles de mujeres y hombres nos manifestamos en Madrid, denunciando las violencias machistas y exigiendo que éstas sean consideradas una cuestión de estado. Hoy, tras la firma de un pacto de estado contra las violencias machistas, cuyo presupuesto todavía no ha sido librado por el estado, seguimos denunciando que las medidas acordadas siguen sin ir a la raíz del problema, que no es otro que el machismo imperante en la sociedad. Ir a la raíz del problema, significa combatir con todos los medios disponibles los valores machistas dominantes causantes de tantas discriminaciones, asesinatos y sufrimientos a mujeres y a sus hijas e hijos. No se puede seguir responsabilizando a las mujeres de la violencia.

Hoy, estamos aquí denunciando otra forma de violencia contra las mujeres, los mal llamados vientres de alquiler. Como movimiento feminista, ofrecemos a la ciudadanía nuestras razones y argumentos para evitar la legalización del alquiler de vientres; apelamos a la conciencia democrática de los hombres y mujeres y al respeto y cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres y de los niños y niñas; y exigimos a los gobiernos central y autonómicos, así como a los correspondientes parlamentos, que garanticen el respeto a los derechos humanos de las mujeres, y no permitan una nueva y aberrante vulneración de los mismos.

NOS OPONEMOS AL ALQUILER DE MUJERES PORQUE

El cuerpo de las mujeres no es una mercancía que se pueda comprar y vender, tampoco las hijas y los hijos. Los seres humanos ni se alquilan ni se venden.

• El deseo de ser padre o madre no es un derecho.

• La maternidad subrogada es una sublimación del neoliberalismo: la absorción por el mercado de todas las esferas vitales, incluyendo las más íntimas, como el ámbito reproductivo.

• El alquiler de úteros es una forma de extractivismo reproductivo, en el que las personas y empresas de países ricos se aprovechan de una situación de necesidad de las mujeres más vulnerables en países pobres, con la connivencia de Gobiernos con limbos jurídicos o una legislación que les es abiertamente favorable.

• Los vientres de alquiler, son un negocio, suponen la cosificación, mercantilización y colonización de los cuerpos de las mujeres, en la búsqueda del beneficio económico y la privación de sus derechos humanos.

• Siempre que se abre un mercado, en un mundo de desigualdad brutal como el nuestro, las mujeres pobres son arrastradas a entrar en él y vender a los ricos lo que nunca venderían de no verse en situación de imperiosa pobreza y necesidad.

• Las posiciones de estos dos tipos de agentes en el mercado rara vez son intercambiables: una mujer rica jamás gestará el feto de una mujer pobre si esta quisiese ser madre a través de este método.

• Quienes pagan por un vientre de alquiler están comprando un ser humano “a la carta”: sin esperas de adopción, seleccionando la carga genética de la donante de óvulos y a la madre biológica (gestante y paridora). En esta transacción, la mujer se considera una vasija portadora de la carga genética de terceros, es decir un recipiente inerte y pasivo.

• Se trata de un contrato entre partes desiguales en una relación jerárquica de poder: el discurso de la autonomía individual y de la libre elección de las mujeres no tiene en cuenta las situaciones de desigualdad estructural, que facilitan el deseo de personas ricas y el lucro empresarial a cambio de la explotación de las mujeres más pobres.

• El debate sobre la libertad individual de las mujeres de gestar para otros es una falacia. El debate real versa sobre si como sociedad elegimos explotar a las mujeres con menos recursos.

• El alquiler de madres gestantes supone otorgar a la parte compradora el derecho a usar el cuerpo de una mujer para la satisfacción de un deseo, configurado como un derecho de consumo.

• El deseo de ser padre o madre jamás puede anular los derechos a la salud sexual y reproductiva de las mujeres.

• Los derechos de la madre gestante, sea cual sea el modo de implantación del embrión en su útero, son inalienables y no puede renunciar a ellos por contrato: derecho a poner término al embarazo, derecho a arrepentirse y quedarse con el bebé que ha gestado y parido, derecho a decidir la forma de parto, libertad sobre su vida sexual durante todo el proceso.

• Todo embarazo y parto son procesos vitales con implicaciones importantes en la salud física, psíquica y emocional de las mujeres, que no pueden someterse a los términos y condiciones de un contrato de arrendamiento de servicios.

• En el parto y en el embarazo siempre hay riesgo médico. Nada puede garantizar que la mujer no vaya a sufrir complicaciones leves, graves o incluso, afortunadamente en pocas ocasiones, la muerte.

• En este tipo de embarazo, además, los riesgos médicos son mucho mayores porque: la madre alquilada recibe altas dosis de hormonas para que el embrión se fije; el cuello del útero se dilata artificialmente para poder introducir el embrión con una jeringa, lo que implica riesgo de hemorragia; la implantación de numerosos embriones para maximizar la eficacia provoca una gran posibilidad de gestar gemelos -es decir de un embarazo de riesgo; para entregar al recién nacido/a en una fecha fija se practica sistemáticamente una cesárea, independientemente de la voluntad de la gestante o de la progresión natural del embarazo y parto; a la madre, se la obliga a someterse a una estrategia psicológica de disociación mediante a la aplicación de terapias para evitar toda forma de apego. Estas estrategias, además de crueles, provocan en las mujeres gestantes importante secuelas psicológicas a medio y largo plazo.

• También cabe plantearse la repercusión de este desapego forzado en la salud del bebé. Con esta explotación, se están vulnerando también los derechos humanos del niño o niña.

• Existe un paralelismo entre la prostitución y los vientres de alquiler, pues en ambos casos el cuerpo de la mujer se considera un bien que se usa, que se utiliza para la satisfacción de un deseo, ya sea el placer sexual o la procreación. En ambas formas de explotación y expropiación del cuerpo de las mujeres existen claros intereses económicos e ideológicos.

• Estas dos formas de explotación de las mujeres, la primera sexual y la segunda reproductiva, son dos mercados, dos industrias, de lobbies con claros intereses económicos que explotan a las mujeres disponiendo de sus cuerpos.

CONTRA TODAS LAS FORMAS DE VIOLENCIA EJERCIDA CONTRA LAS MUJERES
POR LA DIGNIDAD, LA SALUD, LOS DERECHOS Y LA VIDA DE LAS MUJERES
POR UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIAS MACHISTAS
POR EL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES Y LAS/OS NIÑAS/OS
HACEMOS UN LLAMAMIENTO AL COMPROMISO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y LOS SINDICATOS A DEFENDER LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
HACEMOS UN LLAMAMIENTO A TODA LA CIUDADANíA A APOYAR NUESTRAS REIVINDICACIONES FEMINISTAS

RECAV- MÁLAGA
• ACILIA
• AMATISTA
• ASOCIACIÓN DE MUJERES FEMINISTA “PUNTOS SUBVERSIVOS”
• ASOCIACIÓN MUJERES TRABAJADORAS POR LA IGUALDAD
• ASOCIACIÓN DE MUJERES Y HOMBRES AVANZANDO EN IGUALDAD
• ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DE LA IMAGEN PÚBLICA DE LA MUJER
• ASOCIACIÓN POR LA IGUALDAD DE GÉNERO UNIVERSITARIA (AIGU)
• CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN SOBRE MUJERES (CEIM)
• EGERIA
• FEDERACIÓN ÁGORA
• FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE MUJERES COMARCA NORORIENTAL DE MALAGA
• FEDERACIÓN EQUILIBRA
• FEDERACIÓN FEMINISTA GLORIA ARENAS
• FEMINISTAS EN LUCHA MÁLAGA (FELMA)
• FEMINISTAS TOMANDO PARTIDO
• FORUM DE POLÍTICA FEMINISTA
• HIPATIA
• MOVIMIENTO DEMOCRATICO DE MUJERES
• OJALÁ
• PLATAFORMA CONTRA LOS MALOS TRATOS A MUJERES “VIOLENCIA CERO”
• PRODIVERSA

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