Manifiesto SOS cultura

La escena agoniza, se muere. Necesita regresar a manos de los artistas, a manos del pueblo.

«El pueblo frente a Hamlet. Frente a las obras de Esquilo. Frente a todo lo grande» dijo Federico García Lorca.

Los teatros, las calles, las plazas nos pertenecen, os pertenecen. El pueblo sabe lo que es el teatro, la música, la danza, el circo, las artes escénicas. Ha nacido en él. Cuidarlas y dignificarlas lo hace gigante.

El 14 de Marzo de 2020 se detuvo el mundo. Toca nacer de nuevo, crecer y aprender a caminar. Y andar con nuevos pasos. Marchemos con paso urgente hacia la instauración de un nuevo modelo donde la cultura sea definitivamente un derecho constitucional. Demos largas zancadas que nos alejen de empobrecedores fines pragmáticos y que nos acerquen de nuevo al “acto artístico”. Faltan pasos que se señalen conscientes de su huella, que se interesen por lo que conmueve al ser humano pues, lo que se programe hoy será lo que se piense mañana. Exigimos pasos rotundos por parte de las personas designadas para gestionar la cultura, que caminen responsables, coherentes y comprometidos hacia la dignificación de nuestras profesiones. Se necesitan pasos que devuelvan la voz al pueblo, que acorten la distancia entre público y artistas, pasos que nos protejan de una vez y para siempre. La cultura no la hacen los políticos ni sus gestores. Las instituciones deben generar, posibilitar y dotar de los recursos necesarios a la ciudadanía y sus creadores. Somos emoción y pensamiento, somos acción y reacción.
Volviendo a Federico:

Y si no nos dejan levantar el tabladillo, actuaremos en plena calle, en las plazuelas de los pueblos, donde sea. Y si tampoco nos dejasen así, representaremos en las cuevas, y haremos teatro oculto.

Esta ciudad ha visto cómo, en las últimas décadas, una gran parte de recursos públicos de la Cultura han sido puestos al servicio de la especulación turística, destinando cantidades ingentes de dinero a la compra de marcas y franquicias lejanas que nada tienen que ver con la realidad cultural de Málaga y su gente. También ha tenido que ver, con tristeza, cómo su talento local tenía que emigrar a otros lugares para poder subsistir y desarrollar su creatividad con dignidad y reconocimiento.

Para la supervivencia del colectivo escénico y cultural es urgente que se desarrollen políticas a corto y largo plazo que ayuden a salir de esta crisis al sector sin dejar a nadie en el camino, que generen empleo estable y continuado en el tiempo, y que se establezcan las bases de un nuevo modelo cultural con la participación y en diálogo con lxs trabajadorxs para su diseño, con una dotación presupuestaria clara y suficiente, con procesos selectivos transparentes, un modelo que destierre la precariedad, y no a las personas que se dedican a la escena y la cultura de esta ciudad.

Somos pueblo. Somos tú. Cultura y pueblo es lo mismo. Sin tí desaparezco. Desaparecemos todas. Defiende tu cultura.

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